Estos molletes son esponjosos, perfectos para bocadillos y hamburguesas. Y calentitos para desayunar, con unas rodajas de tomate con un poquito de aceite de oliva y sal uhmmm...no os digo ná de como están.
INGREDIENTES:
- 400 gr. de agua con gas
- 14 gr. de levadura (levital) (en la receta original son 10 gr.)
- 30 gr. de aceite de oliva
- 210 gr. de harina Mix B de Schar
- 180 gr. de harina proceli
- 80 gr. de harina de arroz
- 2 cucharadas de leche en polvo (opcional)
- Una cucharadita de sal
PREPARACIÓN:
Calentamos el agua en el microondas, no más de 30 segundos (solo queremos que este templadita) y la ponemos en el recipiente de la amasadora, le echamos la levadura desmenuzada y removemos hasta que este disuelta. Añadimos el aceite removemos e incorporamos el resto de los ingredientes.
Lo amasamos hasta que tengamos una masa homogénea.
Preparamos una bandeja de horno con un papel vegetal y con una brocha lo untamos con un poco de aceite.
Para formar los molletes nos tenemos que untar las manos en abundante aceite porque la masa es muy pegajosa, y cuando se nos quede pegada algo de masa en las manos, nos las lavamos y volvemos a ponernos aceite. Dicho esto, formamos bollitos aplastados de más o menos 10 centímetros de diámetro y los ponemos en la bandeja separados para que no se peguen al levar.
Los dejamos levar en un ambiente cálido, en la receta original solo levan 30 minutos, pero yo los deje una hora y entre la media hora más de levado y los cuatro gramos de más de levadura que le he añadido me han salido más esponjosos y más buenos que la primera vez que los hice.
Para levar yo los meto en el horno a 40º y justo en la bandeja de arriba le coloco la rejilla con un paño de cocina húmedo por encima.
Cuando hayan levado los pintamos con ayuda de la brocha con un poco de aceite de oliva y les ponemos un poquito de harina de arroz por encima.
Los horneamos en el horno precalentado a 200º con calor arriba y abajo durante 20 minutos, los últimos cinco minutos le ponemos el ventilador.
Yo siempre los colocaba en la bandeja de en medio del horno, pero se me doraban demasiado y la corteza que quedaba muy dura, esta vez lo he puesto un nivel más abajo y han quedado con una textura perfecta.
Los dejamos enfriar sobre una rejilla, si es que sois capaces de esperar, porque yo nada más salir del horno ya les estoy pegando pellizcos jajaja.
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