Que ganas tenia de probar unos guisantes frescos, pero no los encontraba nunca, las cosas de vivir en un pueblo, por eso cuando los vi en el supermercado no lo dude ni un momento. Su precio prohibitivo, pero su sabor vale la pena. Están buenísimos, nada que ver con los congelados, os animo a probarlos.
INGREDIENTES
- 200 gr. de tiburones (marca gallo)
- 400 gr. de guisantes
- 5 o 6 champiñones
- 1 cebolleta
- 2 dientes de ajo
- Aceite de oliva
- Una pizca de nuez moscada
- un vaso de vino blanco
- Pimienta
- Sésamo
- Sal
- Perejil
PREPARACIÓN
Desgranamos los guisantes y los ponemos en una olla de agua hirviendo con sal durante 10 minutos más o menos, los escurrimos y reservamos. Cortamos los champiñones en láminas y los reservamos también.
En una cazuela ponemos tres cucharadas de aceite de oliva y sofreímos la cebolleta y los ajos cortados en trocitos pequeños. Seguidamente añadimos los guisantes y los champiñones, sazonamos con un poco de nuez moscada, sal y pimienta. Añadimos un vaso de vino blanco y dejamos al fuego hasta que reduzca.
Mientras tanto, ponemos al fuego una olla con agua, en el momento que rompa a hervir le añadimos sal y echamos los tiburones hasta que estén al dente. Esta pasta tarda más que otras en ponerse tierna porque es bastante gruesa.
Incorporamos la pasta escurrida a las verduras, removemos un par de minutos y retiramos del fuego.
Para servir lo espolvoreamos con semillas de sésamo y perejil picado.
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