Tres años después de mi última publicación, aquí estoy de nuevo. Intentando llenar mis noches de insomnio con algo que por algún tiempo, he recordado que me hacia feliz.
El motivo de tanto tiempo de abandono a sido la maternidad. Esa que nos da lo mejor de nuestras vidas, pero que a la vez te arrebata tantas cosas que ya ni te reconoces a ti misma. Antes cocinaba y tenia el móvil repleto de fotos de comida. ¿Adivináis de que tengo colapsada la memoria ahora?. Sí, exacto. De la sonrisa más bonita del mundo entero. De mi pequeño granujilla, que cada día me enamora más.
Pero en noches de vigilia y soledad como esta, mi antiguo yo lucha por salir a flote y recuperar parte de lo que era suyo, y lo más que puedo ofrecerle ahora para apartar la melancolía es esto, una receta rápida y sencilla, unas fotos improvisadas y una entrada escrita a la velocidad del rayo antes de que el pequeñajo se despierte y ponga fin a este intento de reconquistar mi antigua vida.
INGREDIENTES
- Una taza de quinoa
- Dos tazas de leche de almendras
- Frutas desecadas
- Frutos secos
- Sirope de agave
PREPARACIÓN
Ponemos la leche de almendras al fuego hasta que empiece a hervir. Seguidamente añadimos la quinoa, que previamente habremos lavado en abundante agua. Cocemos durante 10 minutos.
Apartamos del fuego y dejamos enfriar.
A la hora de servir ponemos la quinoa en un bol y si queremos le podemos añadir un poco más de leche de almendras. Le añadimos frutos secos naturales y frutas desecadas. Yo he elegido plátano, arándanos, mango y piña.
Para endulzar si se desea le añadimos una cucharada de sirope de agave.
Uhmmm...interesante receta. Me la guardo para probarla, a ver si me gusta.
ResponderEliminarMuchas gracias!
Feliz año!